de El mundo engañado por los falsos médicos, Verona, 1716.
Acerca pues de lo que debéis hacer estando enfermos, me parece haber hallado todo lo que convenía en los discursos presentes: esto es, que el Récipe más seguro y los antídotos más favorables en cualquier curable enfermedad son la dieta, la quietud, el tiempo, y la tolerancia.
De estos cuatro ingredientes se compone la Panacea universal, o por hablar más claro, el Curalotodo: y el que supiere servirse de ello, recobrará la salud con poco gasto y se curará con menor peligro.
Piense pues cada cual los varios acontecimientos que pueden suceder, originados de ponerse en manos del Médico; porque el que se engañará en la elección de éste, se engañará en un todo.
Y así vuelvo a repetir: Noli stultus esse, ne moriaris in tempore non tuo. Ecclesiast. cap. 7. (No seas necio, no sea que mueras en un tiempo que no es el tuyo).